Ya vimos las diferencias genéticas, anatómicas (somáticas y neuroanatómicas), así como la diferenciación evolutiva y ontogénica que existe entre los neandertales y los HAM (El enigma Neandertal). Estos datos nos dan una idea sobre una doble posibilidad.
- Que se traten de dos especies diferentes.
- Que cada grupo tenga unas capacidades cognitivas específicas de su especie y/o población, que serían parecidas entre los dos grupos, pero no iguales.
Sin embargo, tal idea hay que comprobarla, lo que sólo puede realizarse por medio de las manifestaciones culturales que el registro arqueológico nos ofrece, pues su conducta sería la manifestación del desarrollo de las capacidades cognitivas de los humanos que la produjeron. En definitiva, la comparación conductual de las dos poblaciones sería la piedra angular de todo estudio sobre sus respectivas conductas, por lo que la forma de realizarla es fundamental.
En espacios anteriores dedicados a la conducta de los neandertales y de los HAM (funciones ejecutivas en el Paleolítico, motivación en la conducta humana, creatividad, capacidades cognitivas emergentes) vimos que existe una importante diferencia en los parámetros que van a posibilitar toda conducta humana (tanto de neandertales como de los HAM):
- Planificación de toda conducta (funciones ejecutivas).
- Interés del cambio, necesidad de adaptación ambiental (motivación).
- Posibilidad de originar nuevas facetas tecnológicas, sociales y simbólicas (creatividad).
- Desarrollo de un mundo de características modernas o simbólico (capacidades cognitivas emergentes: individualidad, conductas espaciales y temporales, etc.).
Las diferencias que existen en la generalidad poblacional de los dos grupos humanos son patentes en estos cuatro aspectos fundamentales de la conducta humana. No quiere decir que los neandertales carezcan totalmente de las mismas, sino que sus posibilidades son menores, su desarrollo simbólico posiblemente necesitó de un estímulo externo (¿influencia de los HAM?), pues sus logros son mucho más escasos y limitados en el tiempo y en el espacio, aunque no totalmente inexistentes. Podemos tener unas claras premisas: -
- El Neandertal es una especie humana con unas características cognitivas específicas de su especie, y, por tanto, diferentes de las que poseen los HAM.
- Hay que olvidar totalmente la idea clásica de que el Neandertal fue un ser humano brutal, ignorante y con capacidades cognitivas excesivamente limitadas. Simplemente, su adaptación al cambiante y difícil clima europeo durante miles de años, indica totalmente otra cosa.
- Igualmente, junto a los HAM antes de que estos desarrollasen plenamente sus capacidades cognitivas emergentes (sobre todo la individualidad y las conductas espaciales y temporales), tuvieron unas posibilidades de adaptación medioambientales muy similares. Pero el desarrollo de las capacidades cognitivas emergentes del Neandertal, aunque existentes en algún grado, no fueron lo suficientemente elevadas como para resistir el empuje conductual y de adaptabilidad que poseyeron los HAM después de su desarrollo cognitivo.
- Por su parte, los HAM también necesitaron un tiempo y unas condiciones ambientales (sociales, demográficas, tecnológicas, culturales, lingüísticas y simbólicas) para poder desarrollar sus propias capacidades emergentes, lo que desde entonces adquirieron una potenciabilidad adaptativa superior a la del Neandertal.
- La definitiva desaparición del Neandertal puede tener en estas consideraciones cognitivas un factor muy importante, lo que siempre hay que tener en cuenta. Sin embargo, no hay que descartar otras consideraciones demográficas, climáticas y sociales, como así pudo pasar en el sur de la Península Ibérica.
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