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jueves, 12 de febrero de 2015

Imperio romano




La Decadencia del Imperio Romano, también conocida como la Caída del Imperio Romano, es un término histórico que describe el colapso del Imperio Romano de Occidente. 

Durante este periodo se produjeron grandes crisis como la del siglo III en la que hubo una gran inflación y devaluación de la moneda y periodos donde se intentó restablecer el orden como el Dominado. Hubo cambios políticos muy importantes como la división del Imperio y la instauración de la tetrarquía, pero el hecho más relevante en este periodo de inestabilidad fue que los bárbaros (pueblos germánicos) fueron paulatinamente infiltrándose a través de los limes del Imperio. El imperio finalmente desapareció como entidad política el 4 de septiembre del 476, cuando Rómulo Augusto, el emperador del Imperio Romano de Occidente, fue depuesto por Odoacro. Roma ya había sido saqueada y no quedaba prácticamente nada del orden romano original. Se pone el año 476 como fecha que marca definitivamente la Caída del Imperio, porque en esa fecha ya ni siquiera hay alguien que dice ser el emperador de Occidente. 

Muchos historiadores cuestionan esta fecha, haciendo notar que el Imperio Romano de Oriente ha continuado hasta la caída de Constantinopla el 29 de mayo del 1453. 

Aquí, de otra fuente: 

La decadencia y caída del Imperio: 

La decadencia parece haberse instalado en el Imperio durante el Siglo 4to d.C. Su vasto territorio empezó a ser más difícil de proteger. Las olas de invasiones bárbaras durante los Siglos 3ro y 5to, presionaron enormemente los recursos del ejército. Las invasiones también tuvieron un efecto en la economía, ya que el comercio se vió afectado y el dinero de las edificaciones públicas y las ceremonias debió ser desviado al ejército. 

El ascenso del Cristianismo también tuvo un impacto significativo. Los aristócratas y la gente instruída prefirieron la vida dentro de la iglesia por sobre la vida dentro de la política, debilitando el liderazgo de Roma. La gente abandonó los templos romanos y el foro, migrando hacia nuevas iglesias ubicadas en las afueras de la ciudad. 

Hacia el Siglo 5to, el Imperio estaba por los suelos. En el año 455 d.C los vándalos saquearon a la mismísima Roma. El último emperador, Rómulo Augústulo, abdicó en el año 476 d.C. Ese fue el fin del Imperio Romano de Occidente, aunque el Imperio de Oriente continuó hasta el Siglo XV



Una vez abolida la monarquía, Roma se constituyó en República, con un Senado que disponía del poder absoluto, dos Cónsules renovados cada año mediante elecciones y a los que posterioremente se añadieron los tribunos de la plebe, también elegidos anualmente y que defendían los intereses de los plebeyos, con poder para vetar leyes. En caso de emergencia nacional, se podía nombrar a un Dictador, dotado de poder absoluto pero limitado a 6 meses.

Con el paso de los años, el sistema se resquebrajó. Distintas facciones intentaron dominar el estado, fuese mediante el control de las elecciones a cónsul o con medidas ilegales: por ejemplo, Sila se hizo proclamar Dictador vitalicio.

Tras varios intentos (Mario, Sila, Catilina, Pompeyo, Craso, César,...) y una serie de guerras civiles, se impuso Octavio Augusto. Como no se atrevía a proclamarse abiertamente rey, ocupó de forma vitalicia las más altas magistraturas del estado, civiles, militares y religiosas, despojando de su poder al Senado. A él y sus sucesores se les llamó "imperator" o "princeps" (primer ciudadano); se mantenía la ficción que seguía funcionando el régimen republicano.
Finalmente, a finales del siglo III, Diocleciano refuerza la figura del emperador, elevándole al rango divino y estableciendo un ceremonial de estilo oriental (hasta la fecha ningún ciudadano romano tenía que postrarse, el "princeps" era simplemente un "primero entre iguales"

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